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Poza Rica, Ver., 6 de abril de 2025 — Un nuevo escándalo sacude a la ciudad de Poza Rica, luego de que en la madrugada de este domingo, Roger Remes Rosado, hijo del alcalde Fernando Luis Remes Garza, protagonizara un altercado en el bar Monkis, ubicado sobre la transitada Avenida 20 de Noviembre. Lo que inició como una noche de fiesta terminó en disturbios, presunto abuso de autoridad y señalamientos de complicidad por parte de elementos de la Policía Municipal.
Testigos del hecho señalan que Roger Remes, visiblemente alterado, inició una pelea dentro del establecimiento. “Estaba gritando, empujando a todos, como si fuera el dueño del lugar”, relató un cliente, quien pidió el anonimato por temor a represalias. A los pocos minutos, arribaron elementos de la Policía Municipal que, lejos de intervenir de forma imparcial, habrían actuado en favor del joven, deteniendo a dos mujeres que, según varios asistentes, no tenían relación con el conflicto.
“Las chicas solo estaban ahí, no participaron en nada. Los policías llegaron y se las llevaron como si quisieran desviar la atención”, denunció otra testigo. El hecho ha despertado indignación entre vecinos y usuarios de redes sociales, quienes señalan un patrón de impunidad en torno al hijo del alcalde, conocido por escándalos pasados, entre ellos, los arrancones en un vehículo de lujo en 2023.
Este nuevo episodio ha puesto nuevamente bajo la lupa a la administración municipal de Fernando Remes Garza, quien ha sido criticado por prácticas de nepotismo, sueldos excesivos —percibe más de 155 mil pesos mensuales— y presuntos actos de corrupción. La actuación de los policías ha levantado cuestionamientos sobre su independencia y si actúan como brazo protector de la familia del edil.
Hasta el momento, el Ayuntamiento de Poza Rica no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el incidente, pero crece la exigencia ciudadana para que se esclarezcan los hechos y se sancione cualquier abuso de autoridad.
¿Qué hacía Roger Remes en el bar Monkis? ¿Por qué la Policía actuó con mano dura contra terceros y no contra el presunto instigador? Estas son solo algunas de las preguntas que hoy resuenan entre los pozarricenses, cansados de los excesos y del silencio oficial ante los actos de quienes parecen sentirse por encima de la ley.
La Avenida 20 de Noviembre amaneció con la resaca de una noche que expone, una vez más, los vicios del poder y el clamor de una ciudadanía que exige justicia y transparencia.




