Veracruz, Ver. – El Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió recientemente una alerta de viaje nivel 2 para Veracruz, recomendando que turistas y ciudadanos estadounidenses extremen precauciones ante la escalada de violencia en la entidad. La advertencia responde a una serie de hechos delictivos que, en apenas un mes, han colocado a Veracruz bajo la mirada internacional.Entre los incidentes más recientes destacan: • 18 de julio: La maestra jubilada y taxista Irma Hernández Cruz fue secuestrada frente al mercado municipal de Álamo Temapache. Seis días después, sus restos fueron localizados en un rancho cercano a Cerro Azul, tras haber sido víctima de tortura y violencia extrema. Cuatro personas fueron detenidas. • 29 de julio: Un hospital en Tuxpan fue escenario de un ataque directo; un taxista internado fue agredido y su padre falleció al intentar defenderlo. El agresor, identificado como Eber Abraham “N”, fue detenido. • 2 de agosto: Motín en el penal de Tuxpan, donde internos denunciaron extorsiones por grupos delictivos. Al día siguiente, autoridades recuperaron el control, dejando nueve reclusos muertos y nueve heridos, incluyendo migrantes guatemaltecos y veracruzanos inocentes. • 4 de agosto: Restos humanos desmembrados aparecieron sobre la carretera Cazones–Poza Rica, incluyendo a un agente de Tránsito Municipal desaparecido días antes. • 12 de agosto: Asalto a vendedores de hoja de maíz en Papantla, al norte del estado, perpetrado por sujetos armados.La alerta del gobierno estadounidense clasifica a Veracruz en nivel 2 (amarillo), señalando que, aunque no hay restricciones específicas para sus empleados, es indispensable extremar precauciones debido a la violencia generada por cárteles, pandillas y otras organizaciones criminales.

Detrás de la alerta están hechos que evidencian la incapacidad de las autoridades estatales y municipales para garantizar la seguridad de la población. Veracruz enfrenta una crisis que no solo afecta a ciudadanos locales y turistas, sino que también ha puesto al estado bajo observación internacional, exigiendo respuestas inmediatas de los gobiernos locales y federal.